lunes, 14 de junio de 2010

Arki, nuestro paraiso

Dejamos Patmos -sin madrugar demasiado para no perder las buenas costumbres- con las dudas de si ir o no a Arki, por aquello de que era muy pequeñita, y ves tú a saber si vale la pena, al fin y al cabo todas son iguales... pero nos pudo más el gusto por lo minúsculo que otra cosa y alla que nos encaminamos




Desde que desplegamos las velas a final de enero ha sido sin duda la mejor navegación: después de unos días de calma, el mar estaba como un plato y soplaba un viento perfecto entrando por la aleta; con toda la vela arriba hacíamos unos 7.5 nudos (para nosotros nada habitual ya que solemos alcanzar los 6.5 y estamos tan contentos) de navegación placentera, divertida, rápida... un gusto.

Al amarrar y hacer las correspondientes anotaciones en el cuaderno de bitácora nos volvió a entrar la duda de cómo hay que calcular las medias de velocidad de un trayecto. Nosotros ponemos como hora de salida aquella en que empezamos la maniobra de desamarrar del muelle (aun con los cabos a tierra) y como llegada el momento en que podemos apagar el motro porque estamos perfectamente amarrados... y así aun en días en los que hemos navegado muy rapidito, la media no sube nunca de los 6 nudos, por lo que lo normal es que calculemos un promedio de 5 nudos la hora y a veces nos quedemos por debajo... supongo que si los mismos cálculos los haces desde que estás fuera del puerto de salida, ya con las velas en alto, hasta que llegas a la bocana del destino y no computas lo que tardas en maniobrar, aproar para subir la vela... en fin, que como nos gusta nuestro ritmo lento no importa demasiado, pero nos sorprende ver que todos dicen ir tan rápido, y llegan igual de "lentos" que nosotros

En esta pequeña travesía a nuestro lado un velero -también de acero, bandera holandesa- estaba disfrutando tanto como nosotros y uno junto al otro llegamos a Arki (nos prometieron enviar unas fotos pero no nos han llegado, así que no las puedo compartir con vosotros, sorry)



Nosotros optamos por ir al muelle que indica la guía como amarre de la isla -tiene espacio para unos cinco barcos pero estábamos solos- y el Oxy (menudo nombre para un barco de acero!) que ya conocía la isla de otras visitas optó por fondear en la bahía vecina donde un restaurante ha habilitado un par de boyas.





En la isla -minúscula- un par de tabernas preciosas, bien cuidadas y atendidas- un pequeño, muy pequeño, mini market y poco más.



Al atardecer descubrimos el placer de pasear sin más sentido que el que descubrir paisajes de esos que te hacen disfrutar del silencio




De aguas de colores tan especiales que cuesta entender que sólo la palabra azul tenga que servir para definirlos a todos ellos



Senderos que llegan hasta al mar


rodeados de mar


Así se nos pasó un día detrás de otro: charlando de pesca con el propietario de una de las tabernas, viendo llegar a los pescadores con su escasa recompensa para horas de trabajo, viendo tejer y reparar las redes, viendo a los chiquillos corretear por la playa



y por las noches a probar la modalidad de pesca con pan como cebo, que tuvo su recompensa



Seguramente poco atractivo para el que busca muchas actividades, museos, bares, gente... pero más que suficiente para nosotros que podemos pasarnos un buen rato descubriendo dibujos en las formas caprichosas de una roca



Porque nos encanta no perder de vista lo chiquitos que somos dentro de la naturaleza!



-----------------------------------------------------------

Mil gracias a todos los que me habéis dado direcciones para disfrutar de mi nuevo e-book

Me quito el sombrero ante vuestras respuestas a la pregunta de los cinco km... espero estar a la altura de los polizontes que habitáis en las bodegas!!!

-----------------------------------------------------------

Info para navegantes

  • en el muro en el que se amarra, hay una profundidad de 4 metros en la zona central que baja hasta dos en los extremos.
  • Caben aproximadamente 6 veleros aunque también hay algún que otro pescador y llega ocasionalmente un pequeño ferry desde Lipsi o Patmos
  • Las dos tabernas son estupendas, incluso nos vendieron pan, pero la posibilidad de hacer compras es mínima
  • Las boyas de la bahía vecina pertenecen a un restaurante; no podemos deciros para qué tamaño de barco están pensadas pero vimos en una de ellas al Oxy, un velero de acero de 10m, por si sirve de indicativo
  • No nos cobraron nada pero no hay servicio de luz ni agua
  • La isla es ideal para pasear... y poco más... y nada menos

2 comentarios:

Ganxoneries dijo...

Faaaantastico!!! :)

Encontrar un paraiso es lo que todos buscamos... Pero vosotros ya hace tiempo que lo habeis encontrado. Lo bueno, és que como "polizonte" tambíen me llevo un trocito. jeje.

Navegante dijo...

Johan y Silvia, os he dejado un regalo virtual en mi bitácora

Un saludo y buenos vientos