sábado, 25 de diciembre de 2010

Skopelos 1ª parte



Para mi gusto Skopelos es la más "equilbrada" de las Esporadas: está plagada de calitas y playas maravillosas, tiene ambientillo (nada que ver con Skiathos donde se encuentra fiesta-fiesta, poco que ver con Alonnisos donde poca marcha se encuentra), una capital "grande" en la que es fácil hacer compras y aprovisionarse en condiciones.



Dado el reinado del Meltemi por estas tierras, la mejor costa de Skopelos para navegar es sin duda la oeste, bien resguardada de los temporales, salpicada de buenos fondeos y con algunos puertos y donde hemos disfrutado de unas puestas de sol difíciles de explicar, incluso a través de las fotos.

Vamos a ir pasito a pasito

LOUTRA

Loutra (o Loutraki, o Glossa para los ferrys); junto a Skopelos ciudad, el mejor de la isla sin duda en cuanto a resguardo.




Loutra es un pequeño pueblo, originariamente pesquero, hoy dedicado en gran medida al turismo, en el que se encuentran bares y tabernas y algún supermercado, pero lo que realmente nos gustó de este puerto es que nos permitía regalarnos un paseo hasta Glossa, en la cima de la montaña, un pueblo con un encanto especial.

Bueno, tal vez lo que tenga ese encanto especial sea llegar hasta él, subiendo una vía escarpada en la montaña, una escalera irregular de la época de griegos o romanos, que se va perdiendo entre árboles, para volver a dejarte con el sol cayendo a plomo sobre tu espalda pero regalándote unas vistas increíbles



Eso sí, consejo de amigos, no decidáis subir a las 12 del medio día de una jornada soleada porque es como un castigo de los dioses




Y cuando por fin puedes ver las casas del pueblo y das gracias porque el camino se ha acabado... aun quedan más escaleras.



Así que al llegar arriba sólo puedes buscar un buen bar para regalarte algo fresquito; nuestro favorito sin duda el Agnati. Es conocido porque el equipo de rodaje de la película Mamma Mía lo frecuentó y la propia Merryl Strip lo recomienda... pero cuando te sientas en una de esas mesas en el pasillo-terraza y te dejas llevar por lo que ves, descubres que no hace falta ser un artista de Hollywood para saber lo que es bueno.



Loutra no tiene una playa especialmente atractiva, como todas las de la isla no es de arena fina sino de piedra y aquí es apenas una franja tras el muelle de los ferrys, pero para darse un chapuzón y ver la puesta de sol es más que suficiente




Agios Ioannis

Y Loutra es también el sitio ideal para hacer una escapada y conocer la famosa ermita de Agios Ioannis, donde se filmó la escena final de la famosa película. Es posible pero difícil fondear en la bahía donde se encuentra la pequeña iglesia (solo en un día sin viento) así que lo mejor es alquilar un coche; si ésta es la opción, cualquier lugar de la isla es válido como punto de partida, porque es pequeña y recorrerla de punta a punta en un día no es difícil; pero si la opción es ir en taxi, Loutra es el mejor lugar ya que es el punto más próximo por carretera.

Y al llegar, lo cierto es que imagen impresiona por lo bonito del lugar



y por el color de las aguas que lo envuelven



subir las escaleras es un suplicio y la ermita no es en realidad la de la película (se utilizaron sólo los exteriores) pero es una excursión que vale la pena sin dudarlo.

Nea Klima

Si seguimos navegando hacia el sur el siguiente punto en el que recalar es el puertecito de Nea Klima, flamante y recién estrenado este año.

El muelle ofrece espacio para más de una veintena de barcos y dispone de agua y electricidad; para nuestra sorpresa ¡gratis!
Después nos enteramos que se trataba de una cosa promocional y en nuestra última visita en septiembre ya cobraban por el uso de los servicios. Puesto que Loutra acostumbra a estar lleno es un buen plan B para conseguir un amarre en buenas condiciones, únicamente queda muy expuesto a vientos del suroeste, pero por lo demás un lugar perfecto.

Aquí sí hay una amplia playa -también de piedras- donde pasar un día relajado y feliz.



Y aunque el pueblo no ofrece mucho atractivo turístico, también dispone de bares, buenas tabernas, algún super donde llenar un poquito la despesa, y DESDE LUEGO es un buen escenario en el que disfrutar al caer la tarde...

algunos días con el oro como color



otros en los que es la paleta de violetas y rosados la que entra en acción




Panormous

Seguimos ruta hacia el sur para dar con la más famosa de las calas de esta zona: Panormous

Es una amplia bahía, con una playa preciosa dentro de la cual se abre una segunda bahía, tranquila, totalmente resguardada, conocida como South Bay. Es un rincón precioso... y no éramos los únicos en intentar disfrutar de él.




Con el sistema de ancla más cabos a tierra, hay espacio para muchos barcos y no es extraño ver a una flotilla (grupo de hasta 10 veleros que navegan juntos) amarrados uno al otro, pegaditos, formando una muralla. Por lo tanto es recomendable no llegar demasiado tarde. Eso sí, no es habitual que estos grupos se queden a pasar la noche por lo que al acercarse la tarde, van levándose las anclas y empieza a reinar la tranquilidad y el silencio.



Y como todo hay que explicarlo, os voy a contar la anécdota de South Bay... y es que ya sabéis que yo aprendo, aprendo mucho, preferentemente de mis propios errores!

Una de las veces que decidimos fondear aquí para pasar la noche, en lugar de nadar yo para hacer firme las amarras a un árbol, teníamos un voluntario (=persona que sabe fehacientemente hacer un as de guía rapidito para fijar el barco a tierra) y yo pasé a largar la amarra. Pues bien, lo de estar en un papel que no era el mío lo llevé fatal, no supe calcular la velocidad de nado (y sí, ya sé que sólo tenía que mirar), largué cabo demasiado rápido... y se enredó en la hélice ¡grrrrrr!

ahí estábamos, sin motor flotando cerquita de las rocas. Menos mal que el capi reaccionó rápido: alguien saltó con una segunda amarra larga para atarnos y con calma desanudamos el entuerto que yo había provocado...

buff, seguro que la próxima lo hago mejor... y no, no hubo gritos porque todo se solucionó sin problemas (y porque Johan es más paciente que el santo Job), ¡¡hay testigos!!



Más anécdotas de este rinconcito. Una mañana, remando en su auxiliar, vino a visitarnos un vecino de un velero francés, también de acero, pertrechado de un gran portafolios. Se gana la vida pintando acuarelas de otros veleros a los que contacta en los fondeos; te enseña las muestras que tiene y si quieres tu cuadro, toma unas fotos y al día siguiente puedes recogerlo (si quieres hasta te lo enmarca).

... sí, en el salón del Alea luce un bonito cuadro ...



¿más anécdotas?

South Bay es un sitio perfecto para sacar a Aleita a dar un paseo con remos... claro que cuatro intrépidas viajeras se subieron a bordo y empezaron a remar, avisadas estaban del viento del día, de la corriente que las empujaría, pero nada, a la aventura. Un buen rato después y cuando pensábamos que alguien las rescataría de alta mar -así se iban alejando de nosotros- las vimos regresar muertas de la risa, algo cansadas, con un sustillo mal disimulado, pero sanas y salvas,
y es que el mar es muy traicionero!

Y aquí en la imagen otros remeros... estos no se perdieron que la patrona mandaba bien y el remero obedecía sin rechistar!



Y para ir a la playa de Panormous, se puede llegar con la auxiliar a un pequeño pantalán, cruzar un bosquecillo (recomendable llevar linterna para el regreso)



y voilà, la playa, la puesta de sol, el chiringuito con la cervecita fría te están esperando



¿a alguien se le ocurre mejor forma de acabar el día?
a nosotros no...


3 comentarios:

esteban dijo...

Gracias por compartir vuestras experiencias.

No siempre quienes os leemos y quienes soñamos con acompañaros un día os hacemos comentarios, pero hoy, soñando con quizá conoceros este verano y navegar con vosotros, me he animado.

Gracias por todo y que tengáis el mejor de los años.

ESTEBAN ECHE

esteban dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
silvia dijo...

Hola Esteban
nos encanta que de vez en cuando los polizones más silenciosos asoméis la cabeza por alguna escotilla!!
esperamos pasear contigo por el Jónico
saludos