martes, 4 de enero de 2011

Alonissos 1ª parte

¡BIENVENIDOS A MI ISLA FAVORITA!

Unas veces mecidos por el viento



Otras un poquito escorados...



a veces empujados por el genaker



hemos ido llegando una y otra vez a ALONISSOS

Si Skiathos era la isla más marchosa, Skopelos la más equilibrada, Alonissos es, es... es mi isla favorita de entre todas las Esporadas.

Ya está dentro del área de protección del parque marino así que hay menos edificaciones: a penas un pueblo principal (old twon) y algunas aldeas y grupos de viviendas alrededor de un puerto de pescadores, casas aisladas disimuladas entre la vegetación.

Poco más, o nada menos.

Alonissos tiene un montón de calitas, algún rincón único, tranquilidad a raudales, silencio, barcitos acogedores, los mejores croissants de chocolate del mundo, caminatas, alguna tienda en la que hacer las compras.
Yo no necesito más.



Me resulta difícil pensar en Alonissos sin recordar qué cosas nos pasaron ahí y con quien las compartimos, por eso solo puedo explicarla a través de algunas anécdotas... ahí vamos.

El puerto principal de la isla está en la ciudad de Patitiri. La primera vez que llegamos -ya anochecido- no teníamos claro que el puerto tuviera suficiente calado para nosotros (calamos 2,20m y nos parece que la profundidad en el amarre ha de ser por lo menos de 3m) así que intentamos abarloar en el muelle que encontramos a babor según entrábamo pero a penas iniciada la maniobra nos recibió a voces la guardia costera indicando que sí había calado y que fuéramos con los demás veleros

Un muchacho de otro velero, al vernos dudar, se acercó a remos con su auxiliar por si podía echar una mano; nos dijo que su sonda marcaba 2.50m así que lo intentamos cuando ¡Clonk! un pedrusco en el camino nos golpeó el timón, pero una vez superado el obstáculo estábamos amarrados con un palmo de agua bajo la quilla ¿suficiente? No para mi alma sufridora. Al amanecer saldríamos en busca de mejor lugar.

Entre tanto nos tocaba pasar por la guardia costera que nos esperaba con la factura; les explicamos nuestro problema de calado y tras consultar con las altas esferas (¿?) nos dijeron que si volvíamos podíamos usar el muelle del ferry (abarloados=precio doble del amarre) y así lo intentamos en nuestra siguiente visita.



Pero también nos recibió la guardia costera a voces (¿no tendrán radio?), en esta ocasión una muchacha rubia, joven, guapa... y con un genio de mil demonios; no se avino a razones y no consintió que amarráramos en el muelle que nos habían indicado así que decidimos rendirnos y buscar un fondeo cercano. Tendríamos que darle las gracias porque pasamos la noche en un lugar de ensueño!!


Pero cuando hemos conseguido quedarnos (que finalmente alguna vez hemos podido abarloar) Patitiri, es el mejor lugar para -en taxi o en bus- puede subir a Old Town, que es como se conoce a la ciudad que tiene el mismo nombre que la isla. Es un pueblecito que se encarama en la cima de una montaña; parece como si alguien desde arriba hubiera cogido un puñado de casitas como quien coge un puñado de sal, y las hubiera dejado caer por las laderas.



Es cierto que es un pueblo muy "reconstruido", muy "para los turistas", con sus calles limpias, las fachadas blancas, puertas y contraventanas de un montón de colores. Cientos de tiendas de souvenirs y tabernas y más tabernas y restaurantes y más restaurantes



Pero aun así, para mí tiene un encanto especial y pasearlo sin prisas es algo que vale la pena



Aunque no puedo decir que sea lo mejor de la isla... porque hay muchos rinconcitos que le hacen la competencia!




Ya sabes que seguimos navegando y que tú puedes ser parte de nuestra historia ¿nos acompañas? www.sailingalea.com

1 comentario:

Carlos Rivero. dijo...

Johan y Silvia, escuchando la emisora Onda Cero esta mañana quedé admirado de cómo Silvia explicaba con total naturalidad su periplo como ciudadana del mundo.
Admiro profundamente vuestra lucha por conseguir un sueño.
A mí me hubiera gustado hacer algo parecido ,pero por tierra firme...jejej,pero soy un cobarde. Para esto se necesita mucha valentía y una cabeza fuerte y muy bien amueblada.
Un placer enorme haberos conocido.
Desde hoy os siguiré con constancia para aprender de vuestra sabiduría y vivir desde vuestra vivencia.
Un saludo cordial y os deseo lo mejor.